LA FAMILIA Y EL TDAH

Para obtener éxito y mejoras con los niños con TDAH, es muy importante que haya coordinación no sólo entre los educadores que estén en contacto con el niño con TDAH. Es muy importante una gran implicación de las familias. Podemos llevar a cabo una serie de actuaciones entre centro-familia para obtener grandes mejoras, como pueden ser:
Coordinación con el centro: la coordinación de la familia con el centro es esencial para programar de forma conjunta las estrategias educativas diseñadas para el alumno.
- Aprovechar las entrevistas para establecer objetivos conjuntos.
- Supervisar la agenda como medio de control e incluso de comunicaciones.
Control de la conducta: la utilización de estrategias comunes entre la familia y la escuela multiplican la eficacia de las mismas.
- Hay que hablarles con claridad, de forma directa y mirándoles a los ojos. Las instrucciones deben ser cortas y concretas, paso a paso, y asegurar que lo ha comprendido.
- Ser coherente y mantener las mismas expectativas en casa y en la escuela: lo que el alumno puede conseguir en un ámbito, puede conseguirlo en el otro.
- Reforzar las conductas positivas. Cuando el comportamiento es el adecuado, hay que indicarlo y felicitarlo.
- Establecer normas de disciplina explícitas, claras y concisas para el hijo. Deben ser consistentes, siempre tener las mismas consecuencias.
- Exponer claramente las consecuencias del mal comportamiento. Actuar de forma inmediata.
- Ser persistentes, los cambios tardan en producirse.
- Hacer uso de estrategias de autocontrol.
Establecimiento de rutinas y control del tiempo: estos niños necesitan más estructuración y organización para poder organizarse y manejar el tiempo. Tener unas rutinas y un horario estable les ayuda a afrontar sus responsabilidades en todos los ámbitos.
Realización de tareas en casa: siguiendo unas pautas sencillas, los padres pueden ayudar a sus hijos a realizar las tareas.
- Gestionar el tiempo de estudio: enseñarle a establecer unas rutinas en su tiempo de estudio.
- Optimizar el estudio dividiendo las tareas en apartados más pequeños.
- Organización del material necesario para el estudio.
- Refuerzo de la realización de las tareas estableciendo plazos realistas.
Desarrollo emocional y autoestima:  hay que tener cuidado en los mensajes que se le hacen llegar al niño y los comentarios que puede escuchar. Debemos ayudarle a afrontar las dificultades con realismo. Necesitan ayuda para comprender sus emociones y controlarlas. Es importante ayudar a distinguirlas y hablar de ellas. Es bueno proporcionarle actividades en que pueda apreciar sus éxitos y disfrute de las mismas.
Relaciones sociales: es bueno permitir las actividades de juego y de grupo adecuadas a la edad, con supervisión si fuera necesario, para facilitar las relaciones sociales.
Técnicas específicas:  es bueno que las familias conozcan técnicas como: técnicas de modificación de conducta, entrenamiento en autoinstrucciones, técnicas de relajación.